El artículo aborda cómo nuestras preferencias alimentarias han cambiado durante la pandemia, con un aumento en la búsqueda de «comida de confort», que son alimentos ricos en calorías, grasas y azúcares que nos reconfortan emocionalmente. Estos alimentos pueden llevar a un aumento de peso no deseado y afectar nuestra salud en general.
Para un mejor control de nuestras preferencias alimentarias y evitar caer en la tentación de la comida de confort, se sugiere mantener un equilibrio en la dieta, incluyendo alimentos saludables y permitiéndose disfrutar de manera moderada de los alimentos indulgentes. Es importante también identificar las emociones que nos llevan a buscar este tipo de comida y encontrar otras formas de lidiar con ellas, como practicar ejercicio, meditación o hablar con un profesional de la salud mental.
En resumen, el artículo destaca la importancia de ser conscientes de nuestras elecciones alimentarias, equilibrando nuestra dieta y buscando alternativas saludables para lidiar con las emociones, con el fin de mantener un estilo de vida saludable y prevenir posibles problemas de salud relacionados con una alimentación poco saludable.