En los últimos 20 años, se ha observado que más del 20% de las aguas oceánicas a nivel mundial se han vuelto más oscuras. Un estudio internacional reciente ha revelado que esta tendencia de oscurecimiento ha afectado a más del 20% de los océanos entre los años 2003 y 2022.
El oscurecimiento de las aguas oceánicas se debe principalmente a la acumulación de materia orgánica y sedimentos en suspensión, lo cual reduce la penetración de la luz solar en el agua. Este fenómeno puede tener consecuencias negativas para los ecosistemas marinos, ya que la disminución de la luz solar puede afectar la fotosíntesis de las plantas y el desarrollo de otras formas de vida marina.
Para abordar este problema, es importante realizar más investigaciones para comprender mejor las causas y consecuencias del oscurecimiento de los océanos, así como implementar medidas de conservación y protección de los ecosistemas marinos. La concienciación sobre la importancia de mantener la salud de los océanos y la adopción de prácticas sostenibles a nivel global también son fundamentales para preservar la biodiversidad marina y garantizar un equilibrio en los ecosistemas acuáticos.