En un reciente ataque, cerca de 150 proyectiles impactaron en Jerusalén y Tel Aviv, causando daños en edificios, una mujer muerta y más de 60 heridos. El gobierno de Netanyahu advirtió que Irán «cruzó la línea» con este ataque, mientras que los iraníes lo consideraron una «declaración de guerra». La escalada de violencia entre Israel e Irán ha generado preocupación en la región y en la comunidad internacional. La resolución del título es que la situación actual entre Israel e Irán se ha intensificado, con ataques y acusaciones mutuas que podrían desencadenar un conflicto mayor si no se logra una mediación efectiva para reducir las tensiones.